Octubre 2016

"No tienen vino", le dije a mi hijo Jesús en una ocasión. "No tienen vino", le sigo diciendo ahora. Sí, a muchos les falta el vino de la alegría, el vino del amor. Se necesitan muchos cánticos nuevos para alegrar a la humanidad. El pueblo de Israel no podía permanecer mudo ante las maravillas de Dios, por eso todo lo compartía. Yo tampoco pude quedarme en silencio y se lo fui a comunicar a mi prima Isabel. Ella también me abrió el corazón y allí estalló la fiesta de Dios.

Contad vuestra experiencia, compartid con los demás las maravillas de Dios, cantad cantos desde el corazón con alegría. Veréis cómo se les despiertan a muchos las ganas de Dios. Con sencillez, con valentía, os invito a que pidiendo, alabando, dando gracias, como sea, expreséis ante todos algo de lo grande que es nuestro Dios.

 

  1. María, venimos cada uno con la sed en el corazón. Tenemos muchas cosas, pero nada termina de saciarnos del todo. Buscamos a Dios. Tú, que siempre has sido luz para todos los buscadores de Dios, ¡atráenos y guía nuestros pasos hacia Él!
  2. Somos gente del pueblo. Veniimos del mundo del trabajo, del estudio, de la familia. No siempre nos es fácil vivir esa novedad que Cristo vino a invitarnos a vivir. ¡Atráenos, María, tú que siempre eres fermento de Dios en medio de la humanidad!
  3. Pasan los días, pasan los años y nuestra vida no termina de ser fecunda para bien de la Iglesia y de la humanidad. ¡Atráeneos, María, tú que diste al mundo la alegría de Jesús!

 

ORACIÓN

 

BENDITA SEA TU PUREZA Y ETERNAMENTE LO SEA, PUES TODO UN DIOS SE RECREA, EN TAN GRACIOSA BELLEZA, A TI CELESTIAL PRINCESA, VIRGEN SAGRADA MARIA, TE OFREZCO EN ESTE DÍA ALMA, VIDA Y CORAZÓN, MÍRAME CON COMPASIÓN, NO ME DEJES MADRE MÍA.

 

SANTA MARÍA DEL CARMELO

RUEGA POR NOSOTROS