Abril 2016

Siempre que digo madre, voy diciendo tu nombre;
siempre que pido ayuda, te estoy llamando a ti;
siempre que siento gozo es que en ti estoy pensando;
con tu nombre en los labios me acostumbro a dormir.

 

Siempre que digo MADRE es que digo María;
siempre que digo MADRE voy cantando tu amor.
Digo tu nombre y nombro a mi mejor amiga:
MARIA MADRE MIA Y MADRE DEL SEÑOR.

Siempre que yo te canto es mi canto esperanza;
siempre que yo te rezo es himno mi oración;
siempre que yo te hablo es mi voz alabanza,
y tu nombre yo llevo siempre en mi corazón.

 

Siempre que tengo dudas en ti encuentro certeza;
Siempre que tengo miedo eres tú mi valor;
siempre en mis desaliento eres tú mi confianza
y tu nombre yo invoco como ayuda y favor.

 Evangelio según San Juán


"Por aquel tiempo se celebraba una boda en Caná de Galilea, cerca de Nazaret, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara el vino, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga».


Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala». Ellos se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde venía (los sirvientes, que habían sacado el agua, sí lo sabían), llama al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya todos están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora».


Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus signos. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días. Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén."

PALABRA DE DIOS

 

MARÍA, MADRE DEL CARMELO Y SEÑORA DE LAS VIRTUDES

RUEGA POR NOSOTROS