Lectura: Lc1, 46-56
- Que los pueblos sean más solidarios y los hombres progresen en la línea de la fraternidad.
- Que la Iglesia se manifieste como la familia de los hijos de Dios.
- Que todos los pequeños y excluidos sean respetaos e integrados socialmente.
- Que los niños, que sufren las consecuencias de la violencia humana encuentren la ayuda y el respeto que se merecen.
- Bendícenos a todos, Padre, que seamos felices viviendo las Bienaventuranzas.
Bendícenos, María, y protege con tu amor a todos tus hijos. Por Jesucristo nuestro Señor.