Por una parte, tenemos que la familia es el lugar de los afectos, el espacio de la intimidad, donde se aprende el arte del diálogo y de la comunicación interpersonal. Además de que en la familia, nuestros hijos ya toman conciencia de lo que son, en esa propia exploración de sí mismo con los suyos, pues es el lugar donde verdaderamente se aprende a amar, respirando el calor del hogar.
Para ayudarnos a ese crecimiento como familia, el ponente, nos dará ciertas claves, haciendo converger una serie de actitudes, una unidad de propósitos y de esfuerzos, mediante la apuesta por la comunicación, la autenticidad y la empatía.
Pensamos que nunca es tarde para hacerse el propósito de afianzarse en la defensa de los valores espirituales. No olvidemos que, en la vida de una familia, hay muchos momentos hermosos: el ocio, la comida juntos, la visita de los abuelos, la reunión con los amigos...; donde podemos propiciar encuentros inolvidables, pues la vida a menudo es pesada. Lo hemos oído recientemente... Trabajar cansa; buscar trabajo es duro. Y encontrar trabajo hoy requiere mucho esfuerzo. Pero lo que más pesa en la vida no es esto: lo que más cuesta de todas estas cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser querido. Algunos silencios pesan, a veces incluso en la familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor las dificultades son más duras, inaguantables en ocasiones.
COMUNICACIÓN: AUTENTICIDAD Y EMPATÍA
Ponente: D. Carlos Domínguez Morano
Psicoanalista. Jesuita. Profesor de la Facultad de Teología de Granada
Día y hora: 26 de octubre (jueves)
20:00 horas (8 de la tarde)
Desde esta comunidad de vida que son las familias, seguiremos haciendo escuela, compartiendo vivencias, dialogando entre nosotros. Les esperamos a todos.