Viernes, 05 Febrero 2016 00:00

Departamento de Orientación - El niño es el padre del hombre

Valora este artículo
(0 votos)

Los niños y niñas están ahí para enseñarnos quiénes somos.

Ésa es su importancia pedagógica
y a nosotros, adultos, nos corresponde saber captar sus mensajes,
descifrar sus “claves”, recordar sus lecciones
y, para escucharlas más de cerca, decidirnos, de una vez por todas,
a mirarlos y escucharlos.

Mirar a los niños es entregarnos a la contemplación del Misterio,
ofrecernos como ojos que indagan y escrutan,
que escuchan y acarician y que preguntan y responden.
Un niño que no es mirado ni reconocido será un adulto perdido y sin rumbo.
Amar es mirar.
Cada mirada cargada de ternura es bautismo
que unge al mirado con los santos óleos de nuestra humanidad.
Un niño que no es acariciado
será un adulto que estará en una continua búsqueda
de lo que desconoce que ya posee dentro de sí.
Un niño que no es escuchado no reconocerá su propia voz
ni tomará conciencia del poder de la palabra definitiva que es él mismo.
Los niños sin abrazos
serán adultos cuyas manos no pararán de moverse y agitarse,
haciendo compulsivamente, pero sin latido
y actuando con prisas, pero sin conciencia.
O, por el contrario, quedarán petrificados, inermes
y sin posibilidad de ubicarse convenientemente
en el espacio social que les corresponde.
Si un niño es mirado
derramará luego sus ojos sobre el mundo como una bendición;
si es escuchado responderá con palabras que sonarán a música
y si es acariciado cuidará de la piel frágil de la vida
con la misma delicadeza y ternura con la que fue rodeado su cuerpo.
El niño es el inicio, la puerta, el primer paso,
el esbozo y la promesa del Hombre que duerme en su interior.
El niño engendra al adulto que será y le alimenta con cada experiencia que vive.
Todo hombre tiene por padre y madre al niño que fue.
Por eso, cuidar a un niño, a una niña, es cuidar a toda la especie humana.

 

JOSE MARÍA TORO

Maestro. Escritor. Formador y conferenciante

 

Autor, entre otros, de "Educar con Co-razón" (16ª ed.), "La Sabiduría de Vivir" (3ª ed.), "Descanser. Descansar para Ser" (3ª ed.)  y "Mi alegría sobre el puente. Mirando la vida con los ojos del corazón" (2015) publicados por la Editorial Desclée de Brouwer.