Escucha a tu Dios, mujer y hombre de Adviento:
"No llames a la puerta de un dios que no existe,
de un dios que tú te imaginas...
Si esperas... ábrete a la sorpresa del Dios que viene
y no del dios que tú te haces...
«Estoy a la puerta y llamo» (Ap 3,20)
El inicio del Adviento significa una nueva llamada del Señor. Llama a las puertas de la Iglesia, como fue llamando a las puertas de Belén. Llama a las puertas de tu corazón.